Llamamos EGO, a nuestros defectos, pasiones, ira, orgullo, gula, envidia, lujuria, venganza, etc., etc., etc., y todo aquello que cargamos en nuestra psiquis, que nos domina nuestra personalidad por completo, haciéndonos esclavos de si mismos…
Para mayor explicación diremos que el humano solo utiliza un 3% de su conciencia, el otro 97% esta embotellado en el Querido Ego, el lo mantiene dentro de si, sin poder salir y ser libre; en realidad auque tu digas que eres libre porque haces lo que quieres, estas atado, esclavo de eso que llamamos Ego…Ser libre en verdad no es eso, la verdadera libertad es no tener ataduras a este mundo ni a nada… eso es la verdadera felicidad, cuando eliminamos ese Ego, somos felices porque estamos con Dios, reinando en su infinita felicidad…Es posible alcanzar la perfección; eliminando el Ego es posible; haciéndonos 100% concientes, liberando la conciencia, esencia o alma del ego es posible…Así mis queridos amigos, el ego, es el demonio que siempre está en nuestro hombro izquierdo, tentándonos hacer cosas malas… ya que es muy grande este demonio, robusto por el 97% de conciencia que tiene atrapada, debemos ayudar al pobre angelito del hombro derecho, que es nuestra conciencia a alimentarse, y engrandecerse con el porcentaje de conciencia que le quitemos al egoSi tan solo, este decadente mundo supiera que esta tierra seria un completo paraíso, si en verdad todos trabajáramos con la muerte de nuestros defectos.Sigan todos a su Maestro Interno…Los fenómenos fisiológicos mentales y sicológicos surgen debido a causas y condiciones. Es el agregado de estos fenómenos que es llamado ego, yo o sí mismo. Aunque intelectualmente podemos aceptar que el yo o ego es ilusorio, todavía nos apegamos a nuestras ilusiones y percibimos al yo como real. Sin embargo, si aceptamos la premisa que el yo es una ilusión y reconocemos que tenemos muchos apegos, tendremos una base sólida sobre la cual podremos construir nuestra práctica y la experiencia del vacío.
El yo o ego existe como una consecuencia de causas y condiciones, ambas en el sentido del tiempo (la continuidad del pasado, presente y futuro) y también en el sentido del espacio. Una causa no puede transformarse en una consecuencia a menos que interactúe con causas y condiciones. Estas causas y condiciones interactúan en el sentido espacial. Entonces debemos comprender intelectualmente que el yo es la consecuencia de causas y condiciones y debemos practicar para poder sentir la experiencia de nuestro ego surgiendo de causas y condiciones tanto en el sentido temporal como en el sentido espacial. Decir que el ego es una ilusión no es decir que el ego es una alucinación. El ego no es un espejismo. Decimos que el yo o el ego es una ilusión porque está siempre cambiando en relación a las causas y condiciones y a las causas y consecuencias.
Nunca permanece igual. Por ello, decimos que es una ilusión. Por esta razón, todos los fenómenos son una ilusión. Todas las cosas cambian permanentemente, evolucionan y se transforman en algo más. El yo entonces, tiene una existencia falsa incesantemente interactuando y cambiando dentro de un medio ambiente falso. La comprensión intelectual no es suficiente. Debemos comprobarlo directamente pero esto es difícil porque estamos emocionalmente apegos a la percepción del yo o ego. Esto es lo que llamamos aflicciones o molestias y la única forma de eliminar los lazos que nos unen a nuestras aflicciones y apegos es la práctica.
A través de la práctica podemos experimentar en varios niveles, que el tiempo y el espacio no existen y que el yo es una ilusión. Podemos percibir el tiempo pasando rápidamente o podemos percibir nuestro cuerpo fundiéndose con el universo.
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